"En la quietud de la noche, con un firmamento teñido de plata, el faro se eleva en la soledad de la costa desplegando su luz e iluminando la inmensidad del mar. Desde su lugar vigila como las distintas embarcaciones siguen sus rutas de navegación y a su paso les señala a través de sus haces de distintos colores el camino indicado que deben continuar. En los días de niebla, hace sonar su sirena para evitar cualquier peligro que los pudiera acechar. Los faros ejercen una atracción especial a todos los hombres que aman el mar. Su elegante presencia, sus formas, su luz forman parte de sus propias historias y la magia que desprenden éstos guardianes del mar los hacen soñar.
Las mujeres son como los faros... siempre enaltecidas aunque esten solas, siempre desplegando su luz e iluminando a quienes forman parte de sus vidas, siempre vigilando como sus seres queridos se suben a la nave del destino y siguen su viaje con su lucecita como guía. Seducen con su dulce mirada a los hombres envolviendolos en su magia y haciendolos soñar. Son esos guardianes de la vida que siempre están atentas vigilando y cuidando a los suyos con su amor incondicional. Ser mujer es una bendición de Dios, debemos sentirnos orgullosas de pertenecer a éste género".
Las mujeres son como los faros... siempre enaltecidas aunque esten solas, siempre desplegando su luz e iluminando a quienes forman parte de sus vidas, siempre vigilando como sus seres queridos se suben a la nave del destino y siguen su viaje con su lucecita como guía. Seducen con su dulce mirada a los hombres envolviendolos en su magia y haciendolos soñar. Son esos guardianes de la vida que siempre están atentas vigilando y cuidando a los suyos con su amor incondicional. Ser mujer es una bendición de Dios, debemos sentirnos orgullosas de pertenecer a éste género".
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